Con solo 16 semanas pueden oir las ondas sonoras e incluso reaccionar a ellas. Sin embargo, no las oyen a través del vientre
Los auriculares colocados en el vientre de la madre para que el feto escuche música sirven de poco. Un estudio pionero realizado por el Instituto Marqués demuestra que los fetos solo son capaces de percibir las ondas sonoras si les llegan a través de la vagina, un receptáculo más cerrado sin apenas tejidos blandos que absorban los sonidos.
El trabajo, titulado «Expresión fetal en respuesta a la emisión de música por vía vaginal», que se publica esta semana en la revista Ultrasound de la British Medical Ultrasound Society, demuestra que con solo 16 semanas de gestación -no 26 como se apuntaba hasta ahora- el feto percibe la música y es capaz de reaccionar al estímulo sonoro abriendo la boca y sacando la lengua.
«La música induce una respuesta de movimientos de vocalización porque activa circuitos cerebrales de estimulación del lenguaje y la comunicación», explica el doctor Álex Prats, catedrático de Anatomía y Embriología Humana de la Universidad de Barcelona(UB) y participante en el estudio.
La investigación rompe definitivamente el mito de que los fetos son capaces de oir cuando sus madres se colocan unos auriculares en la zona abdominal. «La única vía para que oigan es emitir música desde la vagina de la madre.El sonido que les llega por el abdomen de su madre casi no lo perciben porque los tejidos blandos del abdomen y del interior del cuerpo de la madre absorben las ondas sonoras», matiza la doctora López-Teijon.
Distinguen la música del ruido
Los resultados del ensayo, que se ha llevado a cabo con 100 mujeres embarazas que se encontraban entre la semana 14 y 39 de gestación, revela que con música emitida desde la vagina con un dispostitivo similar a un tapón, el 87 por ciento de los fetos mueven la boca o la lengua y que casi el 50 por ciento sacan la lengua al máximo. Este nuevo sistema permite también descartar la sordera fetal.
«Si el feto responde a la música es que no tiene problemas de audición, aunque si no reacciona no quiere decir que sí. Debe probarse con otras ecografías», dice la doctora López-Feijón. Solo si la falta de reacción persiste, según precisa, es motivo de consulta pediátrica.
El ensayo ha demostrado que esta fase previa del lenguaje responde con mayor intensidad ante la música, mientras que los ruidos o sonidos disonantes no activan estos circuitos de neuronas y que la emisión de la voz de la madre o cualquier otra a través de la vagina tampoco provocarían ninguna respuesta especial en el feto.
El dispositivo utilizado durante el estudio, ya comercializado, emite una intensidad media de 54 decibelios, el equivalente a una conversación en tono bajo, y se recomienda utilizarlo durante solamente unos 20 minutos al día para no interrumpir el ciclo de sueño del feto.