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Las orquestas del siglo XIX hacían sus presentaciones sin un director, y las pequeñas orquestas hasta el día de hoy ensayan sin uno, también. Sin embargo, debido al gradual incremento del tamaño de las orquestas, los músicos se hicieron dependientes de los directores. A pesar de que la partitura es como una hoja de ruta, las orquestas todavía necesitan de directores para guiarlos a través de este mapa complicado y su terreno.
Interpretación
Antes de que la orquesta realice un concierto en vivo, el director mira sobre los aspectos de toda la obra musical. Memorizando todas las partes, el conductor aprende la posición en que cada nota baja y alta se encuentra para cada instrumento. Como resultado de su arduo trabajo, el conductor quiere que el público se sienta intrigado, lo que puede ocurrir a través de su interpretación. Huelga decir que, cada interpretación es diferente a la siguiente. De hecho, Tony Macaluso, autor de «Sounds of Chicago’s Lakefront: A Celebration of the Grant Park Music Festival», establece que la misma pieza interpretada por la misma orquesta pero con dos directores distintos puede sonar totalmente diferente.
Ensayo
Después de revisar la composición de antemano, el director da su interpretación de los ejecutantes. Cuando empiezan a ensayar juntos, el conductor les muestra cómo él quiere llevarla a cabo. Cuando la pieza musical dice «crescendo», el director decide la rapidez con que la orquesta alcanza su nota más alta y dónde está la nota más alta.
Recordatorios amistosos
Durante un concierto, no todos los instrumentos tocan al mismo tiempo. Por lo tanto, los artistas deben tomar descansos y esperar para empezar a tocar su instrumento nuevamente. El director amigablemente le recuerda a cada ejecutante que su pausa se acabará pronto. Por lo general lo hace a través de un guiño sutil o de una inclinación de cabeza. Sin eso, el artista podría olvidarlo o comenzar a tocar en el momento equivocado.
Tempos del concierto
Durante la interpretación, las orquestas pueden perderse fácilmente. Ya sea tocando demasiado rápido, demasiado lento, demasiado suave o de modo demasiado áspero, la orquesta tiene su dirección durante la interpretación. El conductor actúa como el director de una película. A través de sus gestos, le dice a los músicos lo que hay que hacer. Si los instrumentos de cuerda están tocando muy agresivamente, él les indica que toquen más suave y con menos entusiasmo.