El séptimo aniversario de la orquesta fue celebrado a casa llena en el auditorio de la
Universidad Corporativa Sigo, con un repertorio musical que cautivo a todos los asistentes.
30 Mar, 2016 | Siete años de melodías celebró la Orquesta Típica Luisa Cáceres de Arismendi (Otilca) a casa llena en el auditorio de la Universidad Corporativa Sigo (UCS).
La muestra musical, que se enmarca en el aniversario de esta organización social sin fines de lucro, contó con la presentación de niños, jóvenes y adultos, que integran los programas Pequeños Mozarts y Kinder Musical, Coral, entre otros.
La felicidad por estos siete años de trabajo se reflejó en cada una de las obras interpretada, como el Himno a la Alegría, Venezuela, Que Canten los niños, Cantares, Desesperanza, Angelitos Negros, Gloria a la Virgen del Valle, Otilca en Pajarillo y Galerón.
Para Samuel González, director general de Otilca, este aniversario es un compromiso para seguir sembrando la cultura en Nueva Esparta, al disponer de un espacio donde todas personas pueden acudir para aprender de la música.
La meta de la Otilca es continuar contando con espacios para desarrollar la música en el estado e ir sumando voluntades a esta iniciativa, la cual cuenta actualmente con 80 integrantes fijos, y con la suma de voluntarios sobrepasan las 100 personas, comprometidas con la música.
“No hacen audiciones, porque creen que toda persona puede hacer música”, afirmó González, quien busca además, junto con todo el equipo de la Otilca, ser un ejemplo de “Música sin límites”, para tratar de llegar a todos los espacios.
Musicoterapia
Samuel González, director general de Otilca, anunció que desde esta organización aportan a la comunidad la musicoterapia, como alternativa sanadora para niños, jóvenes y adultos, con condiciones especiales.
Publicado en www.elsoldemargarita.com.ve
En nombre de la gran familia Otilca agradecemos la mística y profesionalismo con la que el diario El Sol de Margarita apoya el desarrollo de la cultura en el estado Nueva Esparta. Gracias a la periodista Karla Marval Esteves y a la fotógrafa Yuliannys González por el excelente trabajo. Dios los bendiga.