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Otilca Salud grande

Un programa solidario

La música es universal y es innegable su gran influencia en la vida del ser humano. Es una manifestación ancestral presente en todas las sociedades. Es considerada como medio fundamental para la integración en una comunidad. La apreciación musical no requiere de un entrenamiento específico. Las sensaciones y emociones que emergen cuando escuchamos o ejecutamos una pieza animada y llena de energía o el estado melancólico o nostálgico que nos provoca hasta llorar si oímos una canción triste, denotan su efecto en la psique humana. Aunado a los elementos coincidentes en el comportamiento, las reglas musicales son comunes y han surgido de forma independiente y paralela en culturas aisladas. Esto implica que su organización tiene su base en el cerebro y no en la cultura. Escuchar o hacer música tiene múltiples efectos en la estructura y función del cerebro. Se ha demostrado que la práctica musical agranda el cerebro y produce cambios fisiológicos en el flujo sanguíneo cerebral y las funciones cardiovasculares y musculares.

Estas consideraciones, así como el hecho que la constancia en una actividad productiva aumenta las habilidades y potencialidades, justifican ampliamente un proyecto que se concibe como un  intento de crear un ambiente que permita fluir la energía necesaria para que el cerebro se relaje o anule su acción sobre la enfermedad a través de melodías con las que se puede conseguir efectos sorprendentes.

Bajo el eslogan La música te puede ayudar”, la Escuela de Música Luisa Cáceres de Arismendi, Asociación Civil sin fines de lucro, se planteó una iniciativa denominada OTILCA Salud, cuyo propósito es atenuar el padecimiento o dolencia para dar energía, vitalidad, resistencia y ánimo a las personas que padecen una enfermedad. Este programa gratuito ofrece a las personas que enfrentan un delicado estado de salud, la posibilidad de disfrutar las bondades de la música para levantar el ánimo y seguir la batalla por la vida.

Es conocido el proceso de degradación que se opera en el sistema inmunológico de un ser humano cuando padece una enfermedad. Es así como muchas investigaciones han sido dirigidas hacia la búsqueda del alivio y la sanación a través de medios alternativos. Es el caso de uno de los pioneros de la musicoterapia, el inglés David Aldridge, quien determinó que  las células T, encargadas de defendernos de infecciones, aumentan cuando la persona está haciendo o escuchando música. Los estudios arrojaron como resultados que  la audición de música, la ejecución y el canto  mejora la orientación, la relajación y la expresión de sentimientos, estimula los recuerdos, disminuye la tensión y la ansiedad, así como también puede llegar a incrementar en los pacientes, su capacidad vital y mejorar la conducta social. Además, la música es capaz de modificar procesos inhibitorios como el desinterés, desatención, aburrimiento, y temor, los cuales bloquean el aprendizaje.

El proyecto se concibe al percatarse de los resultados obtenidos al adoptar como becarios a  niños de bajos recursos, que habitan en un barrio muy deprimido de la isla de Margarita. Estos niños, ahora adolescentes, forman parte de la gran familia Otilca y son fundamentales en el proceso de enseñanza de la música que adelanta la Asociación Civil Escuela de Música Luisa Cáceres de Arismendi. Provenientes de familias disfuncionales, rodeados de vicios, y situaciones deprimentes, la Organización logra que estos jóvenes proyecten en su vida un futuro mejor, proporcionándoles las herramientas y beneficios que la música les ofrece. Crea para ellos una nueva posibilidad para tener una mejor calidad de vida. En la actualidad se visualiza con dos vertientes: la salud física: enfermedades terminales, cardíacas, diabetes, diversidad funcional, y la salud mental: estructuras  depresivas, bloqueo psicológico, stress, diversidad funcional. El trabajo se enfoca en tres (3) áreas: la clínica, la educativa y la recreativa.

Aunque nuestra actividad beneficia primordialmente a las personas que padecen alguna enfermedad, los resultados denotan que de modo indirecto gozan de sus bondades también los familiares, así como todo el personal involucrado en la iniciativa. Y es que cada profesional que forma parte de la Organización ha sido atrapado por la magia que rodea a esta iniciativa. No solamente ofreció placer a los participantes, sino que mejoró la cohesión del grupo y la interacción social.

Es una actividad totalmente gratuita gracias a nuestros patrocinantes y para seguir fortaleciéndola esperamos contar con tu apoyo siguiendo este link www.otilca.org/recursos

Las personas interesadas en formar parte de este proyecto pueden comunicarse a través de los teléfonos 0414- 5079607 , 0426- 7887123 o el correo contacto@otilca.org

Programación las 24 horas del día

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