Cuando la gente escucha la expresión síndrome de Asperger, con frecuencia piensan en niños o en Albert Einstein, aunque al genio de la física nunca se le diagnosticó esta condición. Pero hay algunos datos sobre el Asperger que son menos conocidos.
El síndrome de Asperger, que se clasifica con frecuencia como una enfermedad autística, es una discapacidad con la que se vive de por vida y afecta a las personas de muchas formas.
Aunque guarda similitudes con el autismo, quienes padecen de Asperger tienen menos problemas con el lenguaje y por lo general no tienen dificultades para el aprendizaje.
En todo caso, las personas afectadas presentan problemas al momento de interactuar con su entorno social así como con la comunicación, aunque la gravedad varía entre una persona y otra.
Las personas con Asperger con frecuencia se refieren a sí mismas como «aspis«.
Conscientes de que su cerebro funciona de forma diferente dicen que son «neuro-atípicos«.
BBC Mundo aclara algunos de los mitos que se asocian con esta enfermedad.
¿Es sólo una cuestión de niños?
Aunque el pediatra austríaco que descubrió la enfermedad, Hans Asperger, pensaba que sólo afectaba a niños y no a niñas cuando describió por primera vez el síndrome en 1944, las investigaciones señalan que es muy probable que haya igual número de casos en ambos sexos.
La Sociedad Autística de Reino Unido señala que a las niñas se les asocia menos con estos trastornos, aún cuando presenten síntomas igualmente severos.
Muchas niñas no son diagnosticadas y no se les considera como tales para fines estadísticos.
Quizás eso se debe a que su comportamiento es considerado normal. Por ejemplo, una niña con Asperger puede dedicarse a recolectar todos los vestidos de la Barbie.
Por otra parte, las mujeres y las niñas parecen tener más capacidad para esconder sus dificultades, por lo que es más difícil reconocer la condición. Puede que sólo sea obvio a la edad de 11 años cuando la presión de competir con las amigas se vuelve insoportable.
Algunas niñas con Asperger logran ocultar sus problemas en la escuela, pero pueden tener «colapsos» cuando llegan a casa, donde sienten que pueden liberar todas las emociones que han reprimido todo el día.
¿En qué consisten esos colapsos?
El colapso -término médico que describe esta conducta- se produce cuando la persona con autismo o Asperger pierde temporalmente el control de su respuesta emocional por factores externos. En general, la reacción no responde a una situación específica.
La presión va creciendo gradualmente hasta que la persona se siente tan desbordada que ya no puede recibir más información o escuchar nada.
Se puede equiparar a una lata de cola que se agita antes de proceder a abrirse y se desborda por todas partes.
Podría parecer como una rabieta, pero no desaparece cuando a la persona se le complace o se le da lo que quiere.
Algunos dicen que la mejor forma de ayudarlos a recuperarse de estos colapsos es dejarlos a solas en un lugar donde se sientan seguros, escuchando música, tomando un baño o durmiendo.
Tras el colapso, la persona por lo general se siente avergonzada y muy cansada.
¿Son todos los que sufren Asperger genios?
Hay personas con Asperger que tienen un índice de inteligencia bastante alto y otros que no.
Una persona con esta condición puede ser muy buena con las matemáticas, pero hay otras que tienen dificultades con el aprendizaje de los números.
La maravillosa habilidad que algunas personas tienen con las matemáticas y las fechas como Raymond -el personaje de la película Rain Man- se debe a otra condición llamada síndrome de Savant.
Quienes tienen Asperger pueden o no tener este síndrome.
No es inusual que una persona con autismo padezca paralelamente otra condición, como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad o (TDAH), pero no se sabe con certeza por qué es esto.
¿La gente con Asperger siente empatía?
Contrario a lo que se piensa comúnmente, las personas que tienen Asperger sí sienten empatía.
A estos les importa lo que los otros sienten y piensan pero tienen dificultades para ponerse en los zapatos del otro. Pueden, sin embargo, ser entrenados y aprender a hacerlo.
Dificultades para captar a través del tono de voz o el lenguaje corporal lo que otros están pensando o sintiendo, lleva a que parezcan menos empáticos de lo que en realidad son.
La comunidad autística habla del «problema de empatía de doble vía», con lo cual quieren decir que los demás tampoco tienden a mostrar empatía hacia los autistas porque no toman en cuenta como éstos ven el mundo.
Se tiende a ignorar que los autistas tienen la tendencia a entender las cosas literalmente.
¿Es el Asperger reconocido oficialmente?
Depende de dónde.
En Estados Unidos, el síndrome de Asperger fue eliminado en 2013 de la lista de enfermedades del Manual Estadístico y de Diagnóstico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.
Actualmente, las personas con esa condición son diagnosticadas como afectadas por un tipo de autismo.
Pero en muchos otros países se sigue la clasificación de trastornos psiquiátricos de la Organización Mundial de la Salud, que sí la reconoce.
El término síndrome de Asperger es utilizado comúnmente en la comunidad autística internacional y es parte de la identidad de mucha gente.
Así que es muy probable que muchos sigan describiéndose como tales en Estados Unidos, aunque ya no haya reconocimiento oficial.