Digna Heroína

Desde que fundamos la Escuela de Música ha surgido la pregunta ¿Por qué Luisa Cáceres es la epónima?, a lo que respondemos que el simple relato biográfico de esta heroína y su marcado aporte a la Patria, nos motivaron para emprender un hermoso recorrido por la educación musical precisamente en Margarita que es escenario de importantes acontecimientos de su vida.

La fidelidad, resistencia y perseverancia que caracterizan a la gran mujer, esposa y patriota Luisa Cáceres de Arismendi, son grandes motivos para inspirar el nombre de una institución educativa que pretende reivindicar de manera categórica no solo el nombre de esta insigne mujer, sino toda su grandeza patriótica.

Fidelidad:

La fidelidad a su esposo y a la patria al no delatarlo ante las fuerzas realistas, razón para tener entre nuestros principios la fidelidad a nuestro país y quienes creen en este proyecto.

Resistencia:

A pesar de la pérdida de un bebé debido a las crueles torturas a las que fue sometida, siempre mantuvo la suficiente fuerza para continuar y lograr sus objetivos.

Para la OTILCA luchar a pesar de las vicisitudes que se puedan presentar, es importante mantener los principios y objetivos planteados como institución.

Perseverancia:

Desde sus 15 años nuestra heroína, comenzó su etapa de sufrimiento y luego de varios años superó todas las dificultades, terminando su vida al lado de sus seres queridos y de forma estable en lo personal gracias a su perseverancia.

Desde sus inicios la Escuela de Música Luisa Cáceres de Arismendi pretende ser la referencia de la educación artística musical tanto del Oriente como del país entero y no pretendemos desmayar en nuestros objetivos.

Todo está inspirado en ella, nuestra Luisa, la Madre que brota su llanto en cada mujer que llora a su hijo caído bajo las balas de un delincuente; la que renace en cada hombre que dice su nombre con respeto y admiración; la que honramos al desear una Patria donde quepan todos sus hijos; la que nos deleita con lo mejor de su alma; a la que humildemente, nosotros como Escuela, nos consagramos en su honor. No nos servimos de tu nombre somos y seremos siempre, Luisa Cáceres de Arismendi.

Luisa Cáceres emigró a la isla de Margarita, luego de que su padre, Domingo Cáceres, y su hermano Félix fueron asesinados por los realistas en la población de Ocumare en 1814. Ese mismo año, contrajo matrimonio con el general Juan Bautista Arismendi. Al año siguiente, fue detenida por las autoridades españolas con el propósito de presionar a su esposo Arismendi, quien desarrollaba una feroz campaña contra las fuerzas españolas. Sin embargo, el gobernador de la isla de Margarita, el español Joaquín Urreiztieta, no consiguió nada ni de ella ni de su marido por lo que Luisa permaneció en la prisión de la fortaleza de Santa Rosa -donde tuvo a una niña que murió en el parto- hasta que fue trasladada a la fortaleza de Pampatar, de allí a La Guaira y finalmente a España (1816), donde también fue víctima de presiones para que renegara de sus ideas republicanas. Sin embargo, nunca abandonó sus ideales independentistas. Una vez en libertad, regresó a Venezuela en 1818 y continuó apoyando las ideas de soberanía del pueblo americano.