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Especialmente en los momentos más intensos, según un estudio realizado en Austria

Un estudio realizado en Austria ha comprobado que las pupilas reaccionan a la música, aumentando de tamaño sobre todo en los momentos más intensos. También han comprobado que la reacción depende de cuán estrecha sea la relación del oyente con este arte.

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Cuando la gente escucha música, sus reacciones emocionales se reflejan en cambios en el tamaño de la pupila. Investigadores de la Universidad de Viena y la Universidad de Innsbruck (Austria) han sido los primeros en demostrar que tanto el contenido emocional de la música como la implicación personal de los oyentes con la misma dilatan la pupila.

Este estudio, publicado en la revista científica Frontiers in Human Neuroscience, demuestra que la medición del tamaño de la pupila se puede utilizar con eficacia para sondear las reacciones de los oyentes a la música.

El tamaño de la pupila ajusta por acto reflejo a la cantidad de luz ambiental, contratayéndose con la luz del día y dilatándose de noche. Sin embargo, el tamaño de la pupila también está modulado por los pensamientos, las emociones o el esfuerzo mental. Por ejemplo, la pupila se dilata en respuesta a imágenes explícitamente sexuales, o cuando se trata de resolver un cálculo mental difícil.

Los sonidos también pueden provocar dilataciones de las pupilas, en función de su contenido emocional. Sonidos altamente excitantes, como la voz de una pareja peleándose, llevan a dilataciones de las pupilas más grandes que sonidos neutros como el ruido de fondo de la oficina. Sin embargo, aunque la música a menudo induce fuertes emociones en los oyentes, la dilatación de la pupila en respuesta a la música no se ha investigado sistemáticamente hasta hace poco.

Utilizando extractos musicales breves de la época romántica, conocidos por su patetismo emocional, un equipo de investigadores dirigido por Bruno Gingras (Universidad de Innsbruck) demostraron que las pupilas de los oyentes de hecho se dilatan en respuesta a música emocional.

Los extractos que se consideraron más excitantes se asociaron con dilataciones de las pupilas más grandes que los extractos tranquilos o relajantes. Gingras explica además, en la nota de prensa de la Universidad de Viena, que «se observaron dilataciones más grandes en los oyentes que informaron de que la música juega un papel importante en su vida.»

En general, los resultados sugieren que las respuestas emocionales a la música se reflejan en el tamaño de la pupila, y que tanto con el contenido emocional de la música como la implicación personal de los oyentes con ella influyen en la dilatación.

El proceso
Para llegar a esta conclusión, Gingras, entonces en el laboratorio de Tecumseh Fitch, en colaboración con Manuela Marín y Estela Puig-Waldmüller (todos en la Universidad de Viena), seleccionó 80 extractos de trío con piano y pidió a 30 participantes que valoraran estos extractos por su contenido emocional.

Otro grupo de 30 participantes sin conocimiento del propósito del experimento escuchó estos extractos, mientras se medía el tamaño de su pupila usando un rastreador ocular, antes de rellenar un breve cuestionario que incluía preguntas acerca de su relación con la música.

Según Manuela Marín, este estudio sugiere que «una compleja interacción entre las características musicales y las características individuales de los oyentes influye en las respuestas de los alumnos a la música, y, presumiblemente también en las respuestas emocionales.»

Hace falta, según los científicos, investigación adicional, usando una mayor variedad de géneros musicales, así como un análisis más sofisticado de la relación de los oyentes con la música.

Sin embargo, añade Gingras, su investigación «demuestra claramente que la medición del tamaño de la pupila es una herramienta prometedora para examinar las reacciones emocionales a la música. Por otra parte, debido que a las respuestas de los alumnos no se pueden controlar voluntariamente, proporcionan un acceso directo a los procesos preconscientes de los oyentes en respuesta a la música».

Referencia bibliográfica:

Bruno Gingras, Manuela M. Marin, Estela Puig-Waldmüller, W. T. Fitch: The Eye is Listening: Music-Induced Arousal and Individual Differences Predict Pupillary Responses. Frontiers in Human Neuroscience (2015). DOI: 10.3389/fnhum.2015.00619.

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