Cantor de la décima insular
19 Mar, 2014 | Por el impulso de su madre, a los cinco años empezó en el canto, un oficio que no le gustaba, pero que se ganó su corazón.
Ernesto asistió a la escuela de cantos tradicionales de Ramón Epifanio Arismendi, «Moncho», y a los 16 años ya estaba sobre una tarima con los grandes de la música insular improvisando décimas.
Mucho ha recorrido, y aprendido, «el Pollo» Jesús Bellorín fue uno de sus grandes mentores en el arte de componer versos de ocho sílabas.
Cuando habla de su oficio lo hace con seriedad, compromiso y dominio de lo que dice.
Su formación universitaria le convirtió en educador. Su vocación en repentista. Un trovador improvisador que sintetiza su visión de la vida en décimas al ritmo que le toquen.
Aunque el repentismo forma parte de la cultura tradicional venezolana, es un factor que nos une con las culturas de otros países de América Latina.
Ese vínculo ha llevado a Da Silva por toda Latinoamérica, sorprendiendo a quienes le escuchan. Su calidad vocal y habilidad para la composición inmediata le han merecido innumerables reconocimientos.
Hasta como profesor invitado fuera del país ha trabajado, siempre enseñando el noble oficio de la décima.
Este año estará improvisando en diferentes festivales de Uruguay, Buenos Aires, España y Puerto Rico.
Este último país es una de las naciones con mayor organización y promoción en el arte del repentismo.
Actualmente el improvisador trabaja como promotor cultural en el municipio Antolín del Campo –a la par del desarrollo de su carrera como cantante-.
En la búsqueda de corresponder a su pueblo y satisfacer su vocación docente se ha propuesto crear una Escuela de Cantos Tradicionales en su municipio, un espacio para que los niños aprendan a tocar, cantar, escribir y disfrutar la canción insular.
Nota Original de El Sol de Margarita