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LA O POR LA REDONDA

Observemos a la “redonda”, imaginémosla.  Aún cuando su forma original es la de un óvalo solemos llamarle redonda ¿curioso no?, y así la dibujamos los mortales poco conocedores de la música, con una forma “redonda”. Al hacerlo, señalamos el camino de una circunferencia que inicia en un punto cualquiera con el trazo de una línea, la cual se va contorneando paso a paso para unir con tinta o grafito ese inicio, hasta que le damos una forma esferoidal. Es así que, hace seis años, y gracias a un talentoso músico y su esposa, comenzaron a “crear”, como buenos artistas, una nueva idea educativo-musical; fueron trazando esa idea, como se traza a la “redonda” con su estructura ovalada, hasta formarla y concretarla. Ello me recuerda un pensamiento de un gran escritor y periodista  estadounidense, Mark Twain “Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa”. Ahora bien, ha sido tan exitosa esa idea, que parte de ella, parte de ese sueño de Samuel y Nathalia, lo tiene usted en sus manos en este instante: ¡Qué hermoso! ¿Verdad?.

Por otro lado, debo señalar que ese sueño ya creado lleva por nombre Otilca  y que por coincidencia inicia con “O” y que podríamos llamar la “O” por la redonda y no por lo redondo, semejando a la ya nombrada figura musical de mayor duración en tiempo, la cual es de “cuatro”. Hagamos un ejercicio con la “imagen acústica” de un pentagrama infinito, y coloquemos en cada compás una “redonda” durante seis años, ¿qué tendríamos?. Seguro una hermosa y larga historia musical, con horas y horas de enseñanza, de aprendizaje, de ensayos y repeticiones instrumentales grupales en la sede de Otilca, así como de prácticas  individuales en casa y en cualquier espacio propicio para ello: el fin, mostrar a un público la historia de ese trabajo arduo de horas y horas, y que en pocos minutos se vea agradecido con el mayor gesto de amor que un músico, que un artista pueda recibir: los aplausos.

Imaginemos, lectores, padres, madres, hermanos, familia, amigos de éste semillero de música, esos segundos de felicidad plena; recuerden ustedes, integrantes de Otilca esos escenarios y esos conciertos en los SEIS AÑOS transcurridos, y ello es otra parte de ese sueño de Samuel y Nathalia y que muchos hemos escuchado y disfrutado. ¡Fantástico! ¿Verdad?

Finalmente, esa hermosa creación llamada Otilca y cuyo primer fonema pudiéramos imaginarlo como una redonda, sería también comparable con una rueda, gran invento del hombre desarrollado hace cinco milenios antes de Cristo en Mesopotamia, significando con ello, avance, recorrido, futuro; el camino de un futuro que se hace presente, construido por Samuel, por Nathalia y por todo su equipo, haciendo de Otilca una rueda de engranajes humanos, educacionales y musicales que tienen un “tempo” y que avanza con “Dirección” “Ritmo”, “Métrica”, “Cadencia”, de manera “Forte, Staccato, Legato o Piano”. Como sea, todo lo que significa Otilca y sus futuros planes, bien podrían tomar su “O” de inicio para avanzar a cuatro tiempos musicales, y que podríamos llamar, la “O” por la REDONDA.

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